Asociación Española de Terapia Regresiva
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¿Qué es para mí la Terapia Regresiva?
Por Carlos González Delgado, Psicólogo y Presidente de la Asociación Española de Terapia Regresiva
¿Cómo puedo definir en palabras – pertenecientes a la “mente chica” – lo que es indefinible? Me resulta difícil definir la Terapia Regresiva. De hecho, igual no es totalmente definible, dada su naturaleza. Estoy refiriéndome a una maravillosa técnica que sirve al ser humano y le hace trascender su propio paradigma consciencial.
Si tuviese que ser simple y sencillo, de entrada, diría que la Terapia Regresiva es solo una técnica y nada más que una técnica. También me gustaría añadir que no todas las personas necesitan de esta técnica y que la misma debe ser administrada con sabiduría y amor incondicional.
No obstante, a pesar del hecho de que solo sea una técnica, no deja de ser un medio de rápido acceso a un nuevo paradigma consciencial para la persona que es sometida a la misma. Resulta increíble que en una sola sesión la persona pueda trascender sus ideas y sentimientos de toda una vida.
A veces es necesario de vivir una profunda “noche oscura del alma” antes de acudir a una consulta para realizar una terapia regresiva. A veces, también puede venir una de estas noches precisamente después de haber realizado una regresión. Finalmente, la persona quedará liberada de las viejas ataduras que la retenían a viejas experiencias traumáticas del pasado.
“Quietud” es el estado que alcanza un ser humano cuando en una regresión tiene ocasión de experimentar una vida anterior y, guiado por manos expertas, accede a la experiencia de su muerte en esa vida pasada. Todos los sinsabores, traumas, sufrimientos, sentimientos profundos y demás, quedan en un segundo plano cuando el Alma abandona el cuerpo y comienza a experimentar una paz inenarrable. Accede a un estado de “consciencia” (con “s) guiado por su propia Consciencia Superior y por el propio terapeuta.
La persona deja de tener miedo a la muerte y, por tanto, se permite vivir su propia vida tal como ella desea seguir siendo. Perder el miedo a la muerte puede ser uno de los mayores regalos de nuestra vida. Perder el miedo a la muerte equivale perder el miedo a la vida y, por tanto, comenzar de verdad a ser uno mismo.
Es como si de pronto, pudieras darte cuenta de que la ilusión de individualidad puede ser el origen de todo el sufrimiento que has padecido a lo largo de toda tu vida. Algo muy Superior dentro de ti, te conduce a un estado, a una experiencia del Alma, en el que claramente sientes por ti mismo que todo dolor y sufrimiento surgen únicamente del ego y no de la Realidad Superior de la Existencia.
Tras una sesión, la persona experimenta algo que no puede acabar de definir. Es consciente de que la gran tragedia de la vida es la facilidad con la que la “mente chica” nos engaña y nos impide distinguir lo falso de lo verdadero. Es un auténtico viaje desde “lo importante” hacia “lo esencial”.
Aspectos que antes eran irrenunciables para la persona dejan de serlo; lo que antes era importante o muy importante deja de serlo o solo sigue siendo importante. Ahora aparece en la escena de su propia “consciencia” algo que podemos llamar “lo esencial”; ese algo le otorga paz que comienza a ser fuente o guía de su acción en la vida. Va dejando lo que nos le otorga paz, por muy interesante o atractivo que siga siendo, y va optando solo por lo que le otorga paz en su corazón.
Algo ha cambiado en la persona que acude a la consulta en una sola sesión, aunque a veces puede necesitar acudir a otras sesiones, y tiene que ver con la “no localidad” de la consciencia. Deseo destacar aquí que no realizo diferencia entre “conciencia”, entendida como un algo que contiene otro algo, y “consciencia”, como la capacidad de darnos cuenta del contenido de ese algo. Para mí, “consciencia” es un acto único entre el ser-objeto, ser-observador de ese objeto y ser-la-acción-de-observar, ser parte al mismo tiempo de toda esa realidad continuamente co-creada.
Una regresión puede transformar profundamente la vida del paciente. Después de numerosas terapias, algunas personas acuden a mi consulta y descubren que nunca se habían planteado las preguntas correctas, y, por tanto, tampoco habían obtenido las respuestas adecuadas.
Algunos pacientes han definido la experiencia como un profundo despertar. Se dan cuenta de que no hay causas en el mundo de lo manifestado, en lo que observamos a través de nuestros sentidos más comunes. La realidad material es un mundo de efectos y no de causas. Podemos perder toda una vida – o incluso varias vidas – buscando las causas en el mundo visible y jamás las encontraremos ahí.
Explicar lo simple a veces resulta casi imposible. Usamos la “mente chica”, “consciencia inferior”, “personalidad” o “ego” para definir la realidad y no resulta del todo posible. No es a través del lenguaje lógico o racional como accedemos a la experiencia de los “mundos superiores o espirituales”, sino a través de la “Consciencia Superior” o “Alma Superior”.
“El Alma Superior” no se expresa a través de la lógica o racionalidad, sino a través de las sincronicidades, los sueños, las visiones, las sensaciones, las intuiciones y demás. Uno de sus lenguajes preferidos es la imaginación, tan desvalorada por la parte racional del ser humano.
Otra experiencia que mis pacientes me relatan es sobre el tiempo. Experimentan que no es lineal. Se viven a sí mismos en diferentes dimensiones y tiempos. Sienten que son ellos mismos y, al mismo tiempo, también son otras personas en momentos y dimensiones diferentes. Además, experimentan, sienten y explican que pueden recuperar fragmentos de sus consciencias que estaban atados a viejas experiencias traumáticas de su pasado.
Es como si pudiéramos fusionar la línea del tiempo (pasado, presente y futuro) y, por un momento, “ser no tiempo”.
La psicoterapia, la medicina, la psicología y otras ramas del saber, han olvidado que son ante todo un arte, un arte del vivir y de la sanación. Las diferentes técnicas y toda la tecnología son simplemente herramientas de ese arte del vivir y del sanar. Si magnificamos una técnica o pretendemos imponerla a toda costa, habremos sido derrotados en la vida, aunque podamos sentirnos vencedores
La “conciencia” (ahora sin “s”) debe ser investigada y la Terapia Regresiva o Terapia de Vidas Pasadas tiene mucho que aportar en este estudio. Estoy convencido de que la Asociación Española de Terapia Regresiva va a aportar un enorme granito de arena en esta labor. Aunque aún somos muy jóvenes, estamos atrayendo cada día a más personas muy bien formadas en esta disciplina y creo que nuestros primeros estudios de investigación sobre la conciencia no se harán esperar demasiado tiempo.
La Terapia Regresiva pretende mantener un diálogo entre la “Consciencia Inferior” y la “Consciencia Superior” y consigue puentear las resistencias de la primera, facilitando de este modo el acceso a los “mundos superiores del alma” de la persona que acude a la consulta. Ese diálogo es dirigido de alguna manera por el “Alma Superior” del paciente y el terapeuta ayuda a mantener la mayor parte del tiempo ese diálogo entre diferentes dimensiones del ser humano.
En mi modesta opinión, no debe forzarse nunca una sanación de nada en ninguna persona. Existe un momento crítico en el cual una mínima fuerza ejercida obtiene el mayor cambio posible en la persona. Forzar ese momento es contraproducente. Se debe respetar el proceso consciencial de todo ser humano y permitirle acceder al momento óptimo de sanación cuando esté preparado y maduro. Sólo entonces aconsejo la realización de una terapia regresiva.
La persona experimentada en terapia regresiva es cada día más consciente de que el sentido en la vida deja de ser lineal. El significado del vivir adquiere tintes más “redondos”. La experiencia del vivir a través del cuerpo en una fase de la existencia, y sin él en otra, es orgánica y global. La razón y el intelecto jamás pueden llegar a entender este proceso del todo.
Hay, por tanto, una precisión del Alma que se muestra durante la terapia regresiva, siempre que el terapeuta esté debidamente formado y sea capaz de permitirla. Una buena formación es requisito muy necesario para que esto pueda producirse sabiamente. El esquema de trabajo, perfectamente compatible con la intuición del terapeuta, hacen de esta técnica una maravillosa herramienta que permite al ser humano sanar y trascender viejos obstáculos que aprendió o heredó en su pasado.
La terapia regresiva puede aprenderse. Mi sugerencia es que la aprendáis con buenos profesionales y con personas que demuestren su propia honestidad. El aprendizaje de su esquema de trabajo, la sabiduría a la hora de realizar las preguntas correspondientes, los tiempos y todo lo que ello conlleva se puede aprender en las clases; pero una vez aprendida os sugiero que dejéis fluir ese “Alma Grande” que existe en todos nosotros y que conduce la experiencia en “nombre del bien más elevado”.
En definitiva, la Terapia Regresiva o Terapia de Vidas Pasadas es una maravillosa herramienta; posiblemente una de las más directas y prácticas que nos permiten acceder directamente al núcleo del conflicto que sufre el Alma. Esta herramienta crea un “espacio de encuentro entre almas” en el que es posible la sanación. En ese espacio es donde aparece la chispa del espíritu, que es la chispa de la sanación del alma.
La Terapia Regresiva permite de un modo muy sencillo y directo entrar en “Consciencia Expandida” sin que prácticamente el paciente tenga que hacer nada y, lo más maravilloso, sin dejar de ser plenamente consciente durante toda la sesión de la persona que es en ese momento.
Solo la verdad sana y cuando se le permite al Alma expresarse y experimentarse de verdad, se produce esa sanación que, en muchas ocasiones, tiene también sus repercusiones físicas. Cuando el Alma sana, el cuerpo también sana, y si no es demasiado tarde, pueden producirse auténticas sorpresas de sanación y de mejora en muchos padecimientos de la persona ayudada.
Espero que este pequeño artículo sirva de fuente de inspiración a todos los compañeros que ejercen esta maravillosa labor y que, de alguna manera, sirva también para orientar a las personas que acaban de descubrir esta herramienta de sanación del alma.
Doy gracias a la Vida por haberme permitido conocer esta sagrada herramienta a través de mi profesor, el Dr. Cabouli.
Doy gracias a la Vida y a Dios por permitirme trabajar con ella y estar al servicio del desarrollo de la “Conciencia-Consciencia” del ser humano que pueda cruzarse en mi camino.
Bendigo La Vida y con ella, todas las vidas que componen esa Gran Vida.
Te bendigo a ti, querido lector y a todos los seres que se crucen en tu camino.
Infinitas Gracias desde lo más profundo del Ser.